La actividad física moderada se relaciona con menor riesgo de muerte en hombres mayores

Una dieta sana tiene que ir acompañada de actividad física, ya que sus beneficios son indiscutibles. Según un estudio realizado por la ‘University College London’, realizar actividad física, aunque sea de intensidad moderada, se relaciona con menos riesgo de muerte en hombres mayores.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores emplearon datos del ‘British Regional Heart Study’, en el que participaron 7.735 participantes de 24 ciudades británicas, con edades comprendidas entre 40 y 59 años y entre 1978-1980. En 2010-2012, se hizo un seguimiento a los 3.137 participantes que habían sobrevivido: se les hizo un chequeo con examen físico y preguntas sobre su estilo de vida, patrones de sueño y si tenían alguna enfermedad cardíaca. También se empleó un acelerómetro, para llevar un control de la actividad física, y se tuvo un control de su salud hasta que falleciesen o hasta junio de 2016.

Aunque el 50% de los hombres aceptó usar el dispositivo, se tuvo que excluir a los que tenían una cardiopatía preexistente y los que no lo habían usado lo suficiente durante los primeros siete días. Al final, se trabajó con datos de 1.181 hombres, con una edad media de 78 años.

Durante los cinco años aproximados que duró la monitorización se comprobó que el volumen total de actividad física, desde una intensidad ligera hasta una más elevada, se relacionaba con un menor riesgo de muerte por cualquier causa. Cada 30 minutos extra de actividad suave, el  riesgo de muerte desciende un 17%. Además, cada 30 minutos adicionales de actividad física de una intensidad mayor, el riesgo de muerte se reducía en un 33%.

Se observó también que el tiempo de duración de la actividad física seguida no influye: bien en episodios de menos de 10 minutos, o de más tiempo seguido; en cualquier caso, tanto si es continua, como intermitente,  existe un beneficio y se asocia un riesgo menor de muerte. La recomendación actual es de realizar al menos 150 minutos de ejercicio a la semana en periodos superiores a 10 minutos, aunque se trata de un objetivo que, según advierten los responsables del estudio, no siempre es fácil de lograr para los adultos mayores.

De momento, se trata de un estudio observacional que requiere más trabajo. Los propios investigadores creen que los datos pueden estar sesgados, ya que los que utilizaron el acelerómetro eran los más jóvenes y tenían un estilo de vida más saludable. Eso sí, el dato previo puede ser interesante para realizar recomendaciones de actividad física más asequibles para los adultos mayores.

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