Cada vez son más las personas que pasan de consumir leche de vaca a otra sustitutiva vegetal, sin conocer los beneficios que la primera tiene para nuestra salud frente a las segundas, y cada vez más estudios lo refuerzan. Por ejemplo, el consumo de leche reduce el riesgo de aparición de algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiometabólicas, según un estudio que ha sido llevado por investigadores de las universidades de Copenhague, Wageningen y Reading.
Otro trabajo, esta vez de investigadores canadienses, apunta al consumo de leche como factor para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los niños también son protagonistas de este tipo de estudios, ya que según la Universidad de Granada, por cada 100 gramos de lácteos que una embarazada consuman de más, se reduce el riesgo de bajo peso al nacer en un 11%.
Además, una investigación realizada con datos del World Cancer Research Fund, señala que la leche es un alimento eficaz para prevenir la obesidad infantil, lo que, además, disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en la edad adulta.
También en esta investigación observamos que la ingesta de lácteos protege frente a algunos tipos de cáncer, como pueden ser el de colon y colorrectal, vejiga, mama y gástrico. Además, los autores de este mismo estudio apuntan un dato adicional: el valor nutricional que aporta la leche de vaca no es comparable al que aportan bebidas vegetales que, en muchas ocasiones, son sustitutivas.