Cómo comer bien en un restaurante y en un chino

Cuando comemos fuera de casa, en un restaurante, suele suceder que nos saltamos nuestros hábitos y terminamos eligiendo platos que no son saludables. Lo hacemos por razones diversas. En primer lugar, en casa planificamos y elaboramos nosotros el menú. Cuando vamos a un restaurante interviene, además, el factor lúdico-hedonista que nos predispone a probar platos nuevos y a dejarnos “tentar” por las sugerencias del chef.

La clave para mantener un menú equilibrado está, fundamentalmente, en el contenido graso de los platos. Cuanto mayor sea, más lentamente se va a vaciar el estómago y habrá una mayor predisposición a la regurgitación del contenido gástrico hacia el esófago.

Además, habrá que configurarse un menú que contenga suficiente cantidad de alimentos de origen vegetal y no centrarse únicamente en los de origen animal. En cuanto al postre, según cómo haya sido lo anterior, o se prescinde o se escoge algún postre ligero. El vino o la cerveza también suman.

Aunque tiende a creerse que la cocina internacional es más ligera que la tradicional española, lo cierto es que no se puede generalizar en ninguno de los dos casos. Hay multitud de platos españoles perfectamente equilibrados y platos de cocina internacional muy contundentes. La cuestión está en la tendencia que tenga el cocinero a emplear de manera excesiva el aceite en las elaboraciones. Pero se puede afirmar que va habiendo una sensibilización por parte de la restauración española a “aliviar” la cantidad de grasa en los platos.

Comer sano en un restaurante chino

Cuando vayamos a comer en un restaurante chino, lo primero es saber diferenciar el origen. No es lo mismo un tugurio chino en el que casi todos los platos pasan por un wok rebosante de aceite de la peor calidad que elegir locales que ofrecen una gastronomía de calidad, aunque no sean los más baratos. En este sentido, el mejor consejo es evitar los «chollos». ¡Nuestro cuerpo lo agradecerá!

En términos generales, se puede decir que la oferta de platos en cuya composición entren las algas (alimento riquísimo en fibra, minerales y oligoelementos con un contenido calórico mínimo) siempre serán una elección interesante. La tempura mejor evitarla, ya que está rebozada y su aporte calórico es elevado.

En los restaurantes chinos abundan frituras que deben evitarse, las salsas suelen estar ligadas con harina de maíz que enmascara el elevado contenido de aceite con que se haya podido cocinar el plato y los arroces y los tallarines casi siempre se presentan fritos. Si vamos a pedir arroz o tallarines, mejor que sean hervidos.

Para facilitar la tarea de seleccionar los platos orientales que mejor se adecuan a nuestra dieta, te damos aquí algún ejemplo de los más recomendables:

  • Huevos aromatizados con té
  • Algas crujientes o ensaladas con algas
  • Dim Sum

Hay otros muchos platos que, en principio, son muy completos: Gambas con setas y bambú, ternera con pimientos y un largo etc. Dependerá de la cantidad y el tipo de grasa de grasa que contengan para que sean o no recomendables.

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