Nuevos hallazgos en la relación entre dieta y demencia

 

¿Existe relación entre la dieta y la demencia? Nuevos estudios parecen haber localizado una conexión entre ambas: un patrón dietético específico con marcadores de inflamación. Se ha comprobado que los adultos que han seguido dicho patrón dietético, la materia gris del cerebro era menos y tenía una peor función cognitiva visoespacial.

El principal investigador del estudio, Yian Gu, de la Universidad de Columbia apunta: «Hemos encontrado que las personas que consumen menos omega 3, menos de calcio, vitamina E, vitamina D y vitamina B5 y B2 tienen más biomarcadores inflamatorios«. Además, añade que un patrón inflamatorio en la dieta «es malo para el cerebro y la cognición».

¿Qué alimentos reducen la demencia?

Pescado, frutos secos, ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y la dieta mediterránea están relacionados con un menor riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer.

No es el primer estudio que relaciona la inflamación crónica con un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Es más, este mismo equipo que ha realizado esta investigación ya localizó una asociación entre el aumento de la proteína C y los niveles de interleucina 6 con una peor cognición y unos volúmenes cerebrales menores. Eso sí, «ningún estudio ha probado formalmente si la relación de la dieta con la cognición, o con el cerebro, es en realidad debido a la inflamación«.

Para llegar a esta conclusión, se trabajó con 330 adultos mayores a los que se les realizaron exploraciones y se les midieron los niveles de los biomarcadores inflamatorios. Con estos datos, se creó un patrón de nutrientes relacionados con la inflamación, al que han llamado INP, por sus siglas en inglés. «El INP es básicamente una combinación lineal de 24 nutrientes, cada uno con un peso diferente», señala Gu. Se comprobó que el INP estaba relacionado positivamente con el nivel de biomarcadores inflamatorios.

De momento, los investigadores han apuntado que no hay recomendaciones dietéticas derivadas de este estudio. Lo único que podemos concluir es que las intervenciones que disminuyen los marcadores inflamatorios pueden ser útiles para prevenir la demencia.

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