Una intervención nutricional ayuda a estabilizar el Alzheimer

La alimentación puede ser una gran ayuda en el caso de las personas con Alzheimer. Una investigación realizada por el Consorcio Europeo LipiDiDiet señala que realizar una intervención nutricional específica puede ayudar positivamente a que se estabilice el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Aunque no se observó una mejora en los test neuropsicológicos, sí se comprobó que consumir un envase diario de un alimento con fines médicos ayuda a que se produzca una estabilización significativa del rendimiento cognitivo y funcional cotidiano, y además una disminución en el adelgazamiento del cerebro en aquellas personas que sufren la enfermedad de Alzheimer en fase prodrómica o predemencia.

Para llegar a esta conclusión ofrecieron una combinación específica de ácidos grasos esenciales (omega-3), colina, monofosfato de uridina, fosfolípidos, vitaminas del grupo B y antioxidantes, entre otros nutrientes. La investigación forma parte de un proyecto que cuenta con financiación de la Unión Europea y con 311 pacientes de cuatro países.

Aunque no se consiguió una mejora en los test que se realizaron, sí se observó que se habían conseguido mejoras en los objetivos secundarios. Por ejemplo, se había producido un 45% menos de empeoramiento en el el Clinical Dementia Rating-Sum of Box (CDR-SB), una medida que sigue la progresión de la enfermedad en base a tareas de la vida diaria. También se comprobó que se había producido una menor atrofia cerebral, con una diferencia del 26% en el hipocampo y un 16% en el volumen ventricular.

El coordinador del proyecto, Tobias Hartmann, de la Universidad Saarland (Alemania) señala que «si bien esta intervención nutricional no es una cura para el Alzheimer, muestra de manera efectiva que cuanto más temprano se intervenga en el proceso de la enfermedad, mayor será el beneficio para el paciente. Es importante destacar que la reducción de la atrofia en el cerebro del paciente indica que el beneficio se extiende más allá de los efectos sintomáticos, algo nunca logrado anteriormente».

Otra de las participantes, Hilkka Soininen, profesora de Neurología de la Universidad de Finlandia Oriental, en Finlandia, opina que los resultados del estudio «son extremadamente valiosos en la medida en que nos acercan a comprender el impacto de las intervenciones nutricionales en la enfermedad de Alzheimer en fase prodrómica, la cual hoy podemos diagnosticar mejor, pero somos incapaces de tratarla debido a la carencia de opciones farmacéuticas aprobadas. El estudio LipiDiDiet indica que esta intervención nutricional puede ayudar a conservar el tejido cerebral, la memoria y la capacidad de los pacientes para la realización de tareas cotidianas, que posiblemente constituyen los aspectos más preocupantes de la enfermedad»

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