Ciertos componentes de las nueces como el ácido alfalinolénico, los antioxidantes y los fitoesteroles pueden tener propiedades anticancerígenas.
En un estudio realizado con ratones en el Health Science Center de la Universidad de Texas (EEUU), aquellos que fueron alimentados con nueces desarrollaron muy pocos tumores (18% frente al 44% en los que no tomaron) y además, los del grupo que incluía nueces en su dieta, los tumores crecieron mucho más lentamente.
Es decir, una dieta rica en nueces podría proteger contra el cáncer de próstata, el segundo más habitual en hombres.
El papel de las nueces en la prevención del cáncer ya ha sido probado en otras nueve investigaciones científicas.