Unos investigadores del Hospital Georges Pompidou de París han presentado un estudio en el Congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), celebrado en Barcelona, en el que se muestra que las personas que toman té tienen, al menos, menor mortalidad que los que no lo beben.
Los que toman cantidades importantes de té tienen la tensión arterial más baja, menor BMI (Índice de Masa Corporal), niveles de Colesterol más bajos, fuman menos y son más activos físicamente que los no bebedores de té. También tienen menor probabilidad de padecer problemas cardiacos. Pese a que el té no influye en la mortalidad por riesgo cardiovascular, el hecho es que han constatado un descenso del 24% en la mortalidad de las personas que consumen té. Posiblemente, sea debido a un estilo de vida más sano de esta población, además de los numerosos antioxidantes que contiene.
Los consumidores de más de cuatro tazas diarias de café tienen elevada su tensión arterial y, además, fuman más. El aumento de la mortalidad en esta población por causas de origen cardiovascular es insignificante y para estos investigadores, en todo caso,sería debido a un mayor consumo de tabaco.