Un estudio llevado a cabo por el Centro de Cáncer del hospital Beth Israel Deaconess Medical Center (BIDMC) de Boston (Estados Unidos) concluye que las dietas altas en grasa aumentan la posibilidad de metástasis en el cáncer de próstata.
Ming Chen, director del estudio, explica que, aunque está ampliamente estudiado que una dieta rica en grasa puede fomentar la progresión del cáncer de próstata, siempre ha faltado una prueba directa que lo demostrase.
En investigaciones anteriores ya se habían relacionado las dietas altas en grasas con muchos tipos de cáncer, observando, además, que el índice de muerte por esta enfermedad es mucho mayor en los Estados Unidos que en países donde las comidas no son tan ricas en grasas. En lo referente al cáncer de próstata, afecta alrededor del 10% de hombres asiáticos, mientras que en el caso de los estadounidenses esta cifra se eleva hasta el 40%. Estos datos implican, según la investigación, que los hábitos influyen, junto a los factores genéticos, en la aparición de esta enfermedad.
Paolo Pandolfi, uno de los autores de esta investigación, afirma que han conseguido demostrar que los factores ambientales pueden aumentar la progresión del cáncer desde un estado primario a una metástasis avanzada. Al comparar los tumores sin metástasis, pero en pacientes con un gen que predispone a padecer esta enfermedad -el gen PTEN- y tumores con metástasis, pero sin el PTEN y el PML (otro gen relacionado con este tipo de cáncer), los investigadores descubrieron que el cáncer con metástasis está relacionado con la ingesta de una gran cantidad de grasas.