Un estudio canadiense llevado a cabo en la McGill University de Montreal, publicado en la revista Nature Communications, indica que la dieta del padre antes de la concepción tiene la misma importancia que la de la madre para la salud del bebé.
El estudio se ha centrado en la vitamina B9 (folato). Hasta el momento, se sabe que las mujeres necesitan una cantidad adecuada de folato para prevenir anomalías congénitas en los recién nacidos. Los ensayos con ratones demuestran ahora que la frecuencia de defectos congénitos es significativamente mayor si el nivel de folato del padre es insuficiente, concretamente, varias anomalías esqueléticas de la cara y la columna vertebral.
Por tanto, los varones que vayan a tener un niño deben cuidar su dieta y su estilo de vida.