El pasado 1 de junio tuvo lugar el Día Mundial de la Leche y, con este motivo, la Fundación Española de Nutrición (FEN) y la Fundación Iberoamericana de Nutrición (Finut) han realizado una revisión de las funciones biológicas del calcio y sus principales funciones dietéticas. El informe, titulado El calcio y sus determinantes en la salud, «resalta las funciones del calcio en el organismo, detalla sus procesos de absorción, metabolismo y excreción».
La forma más adecuada de adquirir calcio es a través del consumo de leche y de productos lácteos que, además, junto a un nivel óptimo de vitamina D está asociado a más densidad ósea, menos riesgo de fracturas en la población adulta y menor pérdida de masa ósea en las mujeres postmenopáusicas.
Existen alimentos de origen vegetal que, aunque son una fuente extra de calcio, “no han de contemplarse como fuente dietética de elección, ya que no pueden satisfacer las necesidades nutricionales de calcio y vitamina D en las distintas etapas de la vida», tal y como apunta el presidente de la FEN, Gregorio Varela. Es el caso de los cereales, las frutas, los frutos secos o las legumbres.
Varela añade: «existe la idea de que una dieta exenta de leche y lácteos no supone un problema a la hora de alcanzar las ingestas recomendadas de calcio y vitamina D, y esto es un error de acuerdo a nuestro modelo alimentario, porque la exclusión de los lácteos impide alcanzar las ingestas de referencia para todos los grupos de edad«.
Muchos son los consumidores que están dejando de lado la leche y la están sustituyendo por bebidas vegetales. El presidente de Finut, Ángel Gil, apunta que «las bebidas vegetales no son sustitutivas de la leche desde un punto de vista nutricional, ni tampoco equiparables a ella en cuanto a sus aportes de calcio a la dieta, por lo que de ningún modo han de contemplarse como alternativa dietética para alcanzar las ingestas recomendadas de calcio diarias».