¿Por qué es tan difícil mantenerse a dieta? Un estudio que ha publicado Nature Neuroscience y que se ha realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale en EEUU revela cuál es la posible causa: el cerebro responde al gusto y la cantidad de calorías de formas distintas. Nuestro cerebro prefiere tomar calorías frente a algo dulce.
“Resulta que el cerebro en realidad tiene dos series separadas de neuronas para procesar las señales de dulzura y de la energía. Si al cerebro se le da la posibilidad de elegir entre un agradable sabor pero sin energía o un sabor desagradable con energía, el cerebro capta la energía”, comenta Iván de Araujo, autor principal del estudio.
Por tanto, no es que nuestro cerebro escoja de manera consciente algo de sabor dulce, sino que elige algo con calorías.
En el estudio, se alimentó a un grupo de ratones con azúcar con sabor dulce sin calorías o con azúcar con calorías y mal sabor. Estos escogieron esta última: mal sabor pero calorías. “El circuito sensible al azúcar en el cerebro está preparado para dar prioridad a la búsqueda de calorías sobre la calidad del sabor”.
Los seres humanos eligen lo dulce porque es una manera de asegurarse de que comen lo suficiente y que, de esa forma, se ofrece al cerebro las suficientes calorías como para funcionar con la máxima eficiencia.