Alimentación sana para mejorar los síntomas de la depresión

alimentacion-saludable

Con motivo de la reunión anual de la Asociación Psiquiátrica Americana, un grupo de expertos ha realizado una investigación para mostrar, aún más, la estrecha relación que hay entre alimentación y mejora de los síntomas depresivos. “Cada vez hay más evidencias sobre el papel crucial que la dieta desempeña en la salud del cerebro, particularmente en cuanto a la depresión y la demencia”, señala uno de estos expertos, el profesor de la Universidad de Columbia Drew Ramsey.

Ramsey y el resto del equipo realizaron una lista con lo que ellos llaman nutrientes esenciales del cerebro, que son los que afectan al tratamiento y prevención de la depresión. Entre estos, se incluyen los ácidos omega 3, los ácidos grasos, magnesio, calcio, fibra y vitaminas B1, B9, B12, D y E. Además de las fuentes vegetales de estos nutrientes también se incluyeron fuentes animales, dado que algunos, como la vitamina B12, se encuentra predominantemente en la carne y otros productos animales y son “absolutamente críticos para el cerebro”.

“Los datos son muy claros: hay una prevención de gran alcance cuando ayudamos a nuestros pacientes a comer mejor”, señala el doctor Ramsey.

Los investigadores señalan ciertos alimentos como básicos, como las verduras de hoja verde, las vísceras, las carnes de caza, los frutos secos (nueces, cacahuetes), mejillones, almejas, ostras, moluscos (pulpo, calamares, caracoles), pescado…

Ramsey apunta la importancia de hablar sobre la alimentación y la nutrición con los que están trabajando en salud mental. “Los psiquiatras deben pedir a los pacientes con regularidad lo que están comiendo y si tienen aversión a la comida, o alergias”. Y sigue: “nuestro trabajo como médicos es entender todas estas dietas y sus riesgos y beneficios”, en relación a las dietas libres de gluten, paleo, vegetarianas y veganas.

De hecho, son estas últimas, la vegetariana y la vegana, las que conllevan el riesgo de la falta de vitamina B12, pues la deficiencia de la misma puede conducir a la depresión, anemia e, incluso, “un daño irreversible para las neuronas”.

Actualmente esta investigación se centra en la depresión y la demencia, pero nuevos ensayos están abriendo el trabajo hacia el déficit de atención.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  +  30  =  35

Scroll al inicio