Los antioxidantes reducen el riesgo de sufrir diabetes tipo 2

 

Una dieta rica en antioxidantes puede ser la clave para conseguir disminuir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, tal y como señala un estudio reciente.

Se trata de la primera investigación que busca el vínculo entre el consumo total de antioxidantes y el riesgo de diabetes tipo 2. Hasta ahora, había habido otros trabajos que apuntaban a que la vitamina E, la C, los flavonoides y el licopeno ayudaban a reducir las posibilidades de diabetes. Ninguno de estos estudios había analizado la acción acumulativa de estos ingredientes, hasta ahora. Fruta, verdura, vino, café y té son importantes fuentes de antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de esta enfermedad.

La investigación, llevada a cabo por un equipo liderado por Guy Fagherazzi, doctor de la Universidad de París Sur, trabajaba con datos de un gran estudio que comenzó a realizarse en Francia en 1990 y que estudiaba los factores de riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas graves, y para ello contaba con el detalle de la dieta de 64.223 mujeres de 52 años de media de edad. Además, usaron una base de datos con la capacidad antioxidante de una gran variedad de alimentos y, con estos, ofrecieron una puntuación a la capacidad antioxidante de cada mujer. Más tarde, analizaron la relación de este puntaje y el riesgo de diabetes tipo 2.

Tras 15 años de seguimiento, observaron que las mujeres que habían consumido mayor cantidad de antioxidantes tenían un 27% menos de riesgo de diabetes tipo 2.

Los alimentos más antioxidantes

Frutas y verduras son los alimentos que más contribuyeron a los puntajes totales de antioxidantes. También se observó una relación de una puntuación alta en el consumo de antioxidantes y el consumo de vino, pero los investigadores advierten de la importancia de la moderación con este tipo de bebidas.

Esta investigación allana el camino para que otros estudios futuros trabajen sobre la relación entre el consumo de antioxidantes y el riesgo reducido de sufrir diabetes.

«Sabemos que estas moléculas contrarrestan el efecto de los radicales libres, que son perjudiciales para las células, pero es probable que haya acciones más específicas además de esto, por ejemplo, un efecto sobre la sensibilidad de células a la insulina. Esto tendrá que confirmarse en futuros estudios «, señala otra de las autoras, Francesca Romana Mancini, también de la Universidad Paris-Sud.

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