Un estudio financiado por la Comisión Europea llevado a cabo en la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, dirigido por el Dr. Gianluca Tognon, y realizado en Suecia, Alemania, España, Italia, Chipre, Bélgica, Estonia y Hungría, ha constatado que los niños que consumen una alimentación según los patrones de la dieta mediterránea son un 15% menos propensos a tener sobrepeso u obesidad que aquellos que no la siguen.
El modo de alimentación típico de la dieta mediterránea se basa en el consumo de verduras, frutas y frutos secos, pescado y granos de cereales. En la actualidad, la prevalencia de la alta adherencia a la dieta mediterránea es independiente de la localización geográfica, ya que los niños suecos fueron los que más se aproximaban a este modo de comer, seguidos de los italianos, mientras que los de Chipre fueron los que menos seguían este modelo de alimentación.
En este trabajo se ha observado que esta protección de la dieta mediterránea frente a la obesidad es independiente de otros factores, como la edad, el sexo, el estado socioeconómico o el país de residencia.
Para el Dr. Gianluca Tognon este patrón de dieta debería ser parte de las estrategias de prevención de la obesidad de la Unión Europea y su promoción debería ser especialmente intensa en los países en los que se detectan bajos niveles de adherencia.