En los últimos 15 años, el consumo diario de suplementos de vitamina D ha crecido de manera exponencial entre los adultos estadounidenses. Si atendemos a datos de la Encuesta Nacional de Exámenes de Salud y Nutrición, se ha pasado de un 0,3% de adultos que consumían en 1999 al menos 1.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D a un 18,2% en 2013. En 2014, “el 3% de la población superó el límite máximo tolerable de 4000 UI al día, y puede estar en riesgo de efectos adversos”, advierten algunos investigadores en un artículo publicado en Jama.
Para realizar esta investigación, un equipo liderado por Mary R. Rooney, de la Universidad de Minnesota, tomaron datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición desde 1999 hasta 2014, con datos de 39.243 participantes con una media de edad de 46,6 años, que fueron informando de su uso de suplementos de vitamina D durante los últimos 30 días.
Si bien la dosis recomendada para la vitamina D es de 600 UI por día para menores de 70 años y de 800 UI por día para los mayores, se comprobó que había un grupo en crecimiento que ingería diariamente 4000 UI.
Los beneficios del consumo de vitamina D para la salud ósea son más que conocidos, sin embargo, una dosis diaria por encima de las 4000 UI puede tener efectos adversos, como la hipercalcemia. También puede aumentar el riesgo de caídas y fracturas, e incluso hay estudios que demuestran una asociación entre los altos niveles de 25-hidroxicivitamina D en sangre con cáncer de próstata, de páncreas y mortalidad por todas las causas.
«Las tendencias en la suplementación con vitamina D, particularmente a dosis por encima del límite superior tolerable, tiene implicaciones clínicas y de salud pública importantes y complejas«, apuntan los autores de esta investigación.