Así lo demuestra un estudio realizado en la Texas Christian University (TCU), en Estados Unidos.
Analizaron los comportamientos de los consumidores cuando se informaba de las calorías del menú y cuando se advertía de la cantidad de ejercicio necesaria para quemar esas calorías, concretamente, el tiempo que había que caminar a paso ligero.
El resultado fue que con la información de calorías del plato no hubo diferencias en la demanda respecto a si no figuraba ese dato en la carta, pero al mostrar el ejercicio que había que realizar correspondiente a esas calorías, sí que se pidieron platos con un menor contenido calórico.
Por ejemplo, una mujer tendría que caminar vigorosamente durante aproximadamente dos horas para quemar las calorías de una hamburguesa de cuarto de libra doble con queso. Estos resultados se han presentado en el Experimental Biology 2013 Annual Meeting Boston (Estados Unidos).