¿Qué dieta es mejor para adelgazar y para reducir el riesgo cardiovascular: la vegetariana o la mediterránea? Eso es lo que se ha preguntado un grupo de investigadores que ha llevado a cabo durante tres meses un estudio que concluye que seguir una dieta lacto-ovo-vegetariana baja en calorías o una mediterránea también baja en calorías, ambas son beneficiosas para bajar peso y reducir el riesgo cardiovascular.
Para llegar a esta conclusión, el equipo del doctor Francesco Sofi, de la Universidad de Florencia, llevó a cabo un estudio con 118 participantes de edad media de 51 años, la media del peso era de 81 kg y el IMC promedio de 31.
Los participantes en el estudio siguieron una dieta lacto-ovo-vegetariana o una dieta mediterránea durante tres meses. En todos los casos recibieron consejo nutricional para seguir un patrón de alimentación u otro. Además, todos comieron la misma cantidad de cereales, frutas, verduras, patatas, dulces y aceite de oliva, aunque, en el caso de la vegetariana añadieron más legumbres, frutos secos, semillas de lino, aguacate (para compensar el déficit de ácidos grasos esenciales provenientes del pescado), huevos y productos lácteos. El número de calorías era similar en ambas dietas, así como la proporción de nutrientes (50-55% de glúcidos, 25-35% de grasas y 15-20% de proteínas).
Tres meses después de comenzar con esta dieta, se observó que los participantes habían perdido una media de 1,88 kilos los que seguían una dieta vegetariana y 1,77 kg los que seguían la mediterránea. La pérdida de masa grasa fue similar en ambos casos.
En cuanto al riesgo cardiovascular, el 44% del total de los participantes que llevó a cabo la dieta lacto-ovo-vegetariana mejoró su riesgo cardiovascular, bien por haber disminuido el Colesterol total, el Colesterol LDL, los Triglicéridos, o por haber reducido el IMC. De los que siguieron la dieta mediterránea, el 34% del total del grupo mejoró su riesgo cardiovascular.
La dieta vegetariana, por ser baja en colesterol, grasa y ácidos grasos saturados ayuda a tener unas tasas más bajas de colesterol y la mediterránea ayuda a reducir los niveles de triglicéridos.
Esta investigación demuestra que si una persona “desea seguir una dieta vegetariana puede obtener un efecto beneficioso como con la dieta mediterránea. Lo más importante es pedir asesoramiento e instrucción a un nutricionista experto para evitar posibles deficiencias, como, por ejemplo, de vitamina B12”, afirma el doctor Sofi.
Lo importante no es tanto centrar el debate en si carne sí o no, sino centrarse más en el resto de los nutrientes. Una dieta saludable debe ser rica en vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, y baja en cereales refinados, comidas procesadas con azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Debe ser sostenible y agradable.