Un estudio canadiense dirigido por el Dr. Joel Ray, investigador médico en el Hospital St. Michael de Toronto, y publicado en la revista Journal of Epidemiology and Community Health ha mostrado que las personas con un Índice de Masa Corporal (BMI) inferior a 18,5 tienen 1,8 veces más riesgo de fallecer que las personas con un BMI normal (entre 18,5 y 24,9).
Para las personas obesas (BMI entre 30-34.9) el riesgo de muerte aumenta 1,2 veces y para las obesidades severas (BMI superior a 35) es 1,3 veces más alto.
Los factores relacionados con un riesgo más alto por tener un peso demasiado bajo incluyen malnutrición, consumo de drogas o alcohol, fumar, pobreza y problemas de salud mental.
Ray afirma que, si bien toda la atención se centra en la obesidad, hay que asegurarse de que no se va a producir como reacción una epidemia de adultos y fetos con un peso demasiado bajo, lo cual es aún más perjudicial. Es importante tener en cuenta el peso corporal saludable cuando se aborda la epidemia de obesidad. En este sentido, el BMI puede no ser un buen indicador cuando se trate de un individuo con una buena masa muscular y ósea y que tenga una cantidad razonable de grasa. Posiblemente, habrá que centrarse más en el perímetro abdominal para determinar un exceso de grasa.
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Sin duda, un grave problema creciente en nuestros tiempos 🙁
De hecho, las compañías de seguros esto ya lo saben desde hace muchos años: cuando yo estudiaba medicina (hace unos pocos ;)) ya nos explicaban que las compañías aumentaban la prima a las personas por debajo de su peso