La United European Gastroenterology emplaza a los gobiernos a luchar contra la obesidad y las patologías digestivas

El informe que han elaborado, Nutrition and Chronic Digestive Diseases, alerta del aumento en la prevalencia e incidencia de obesidad y sobrepeso en los países europeos. Se calcula que el 52% de la población europea mayor de 18 años tiene sobrepeso u obesidad, lo que genera morbilidades asociadas, con el consiguiente impacto en los sistemas de salud. Por ello, invitan a los responsables a tomar medidas para que mejoren la educación de sus ciudadanos con el objetivo de que adopten hábitos de vida saludables que ayuden a la prevención de estas patologías.

En concreto, en nuestro país, el 22,8% de los varones y el 20% de las mujeres son obesos. En cuanto a la infancia, el 32,3% de los niños y el 29,5% de las niñas.

Achacan este incremento a una mala elección de los alimentos, que incluye un alto consumo de alimentos ultraprocesados, que han contribuido a elevar el riesgo de desarrollar un amplio rango de patologías digestivas crónicas en Europa, incluyendo tumores digestivos, trastornos relacionados con el trigo, trastornos gastrointestinales funcionales, y obesidad.

Los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos). Algunos ejemplos son: los refrescos azucarados, embutidos, postres lácteos azucarados, galletas, bollería industrial o los cereales para el desayuno. Se caracterizan por su baja calidad nutricional, conveniencia (están listos para consumir en cualquier momento, sin necesidad de preparación), disponibilidad (el entorno favorece su consumo) e hiperpalatabilidad.

El informe señala que los alimentos ultraprocesados aportan más de la mitad de la ingesta calórica en Europa. En España suponen el 61% del aporte energético medio.

El rápido incremento en la ingesta de ultraprocesados podría influir en la creciente incidencia de cáncer. De hecho, un 10 por ciento de aumento en la proporción de consumo de ultraprocesados en la dieta se relaciona con una elevación del 12 por ciento de riesgo de todos los tipos de cáncer.

En cuanto a los niños, se calcula que uno de cada tres niños en edad escolar tiene sobrepeso, siendo más prevalente la obesidad en los países del sur de Europa. España ocupa el cuarto lugar, siendo solo superada por Malta, Croacia e Italia. Lo achacan a un abandono del patrón de Dieta Mediterránea, que ha sido sustituido por el consumo de alimentos procesados.

Recomendaciones del informe

Están encaminadas a diseñar un plan europeo que reduzca el impacto y riesgo de las patologías digestivas.

Limitar los productos poco saludables:

  • Reducción del total de la energía que proviene del azúcar de hasta el 10% (menos de 50 gramos).
  • Reducción de hasta el 10% del total de ingesta diaria que proviene de grasas saturadas.
  • Se aconseja que menos del 1% del total de la ingesta calórica diaria provenga de grasas trans.
  • Ingesta menor de 5 gramos de sal al día.

Adoptar hábitos de vida saludable para alcanzar una alimentación equilibrada:

  • Lactancia materna (previene la obesidad infantil)
  • Una dieta rica en fibra, donde al menos 30 gramos diarios procedan de la alimentación (no basta con tomar suplementos de fibra y no tomar los suficientes alimentos de origen vegetal).
  • Adoptar la dieta mediterránea como patrón dietético.
  • Ingerir al menos 400 gramos diarios de frutas y verduras.
  • Consumir alimentos ricos en ácido fólico, calcio y vitamina D.

Markus Peck, miembro del Departamento de Medicina Interna y Gastroenterología de la Clínica Klagenfurt (Austria), y uno de los responsables de la elaboración del informe, afirma que “necesitamos que la Comisión Europea y los gobiernos nacionales se pongan a trabajar en iniciativas que modifiquen la forma en que compramos y consumimos alimentos. Nuestro objetivo debería conseguir una transformación hacia las dietas saludables en toda Europa hasta 2050. Este objetivo implica incrementar al doble el consumo de frutas, vegetales, frutos secos y legumbres y reducir hasta un 50 por ciento la ingesta de azúcares y carne roja. Si queremos luchar contra la creciente prevalencia de sobrepeso, obesidad y población poco saludable en Europa, así como contra los gastos sanitarios y las pérdidas de vida que ocasiona, debemos actuar cuanto antes”.

 

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