El Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) y la Universidad de Barcelona han encontrado que los ácidos grasos omega-3 activan las grasas parda y beige, de forma que pueden llegar a ser la clave para descubrir terapias contra la diabetes o la dislipidemia.
Estos ácidos grasos, según explican, provocan, por un lado, la activación de dichas grasas a través del receptor GPR120, y, por otro, la liberación de los adipocitos de la hormona FG21, que potencia la acción de los omega-3.
El investigador Francesc Villarroya explica el hallazgo así: «Este descubrimiento tiene implicaciones en la compresión de los efectos beneficiosos sobre el control de las enfermedades metabólicas y otros aspectos en relación con el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2″.
¿Cómo pueden ayudar la grasa parda y beige que se activan con los ácidos grasos omega-3 contra la obesidad? Dichos ácidos propician la termogénesis adaptativa en el tejido adiposo marrón, que es lo que permite a los mamíferos adaptarse a ambientes fríos, y, además, se ha demostrado que en roedores protege también contra la obesidad, pues promueve el gasto energético.