Realizar cuatro comidas al día reduce el riesgo de obesidad abdominal

La Fundación Española de Nutrición (FEN) y Anibes han lanzado un estudio en el que buscan las mejores estrategias de alimentación para reducir la obesidad. Ha sido publicado en la revista Public Health Nutrition y se titula “Diferencias en los patrones alimentarios y horarios de ingesta de las comidas con respecto a la obesidad abdominal en el estudio científico Anibes”.

Este trabajo se centra en analizar la relación que existe entre la frecuencia de las comidas, la duración, los patrones de consumo e ingesta de energía y la obesidad abdominal. «Los hábitos de alimentación de las mujeres eran más adecuados que los de los hombres, ya que realizaban un mayor número de ingestas al día, se saltaban menos comidas y las dedicaban un mayor tiempo. Por su parte, los hombres realizaban una mayor ingesta de energía después de las dos de la tarde y durante las cenas. Además de esto, los hombres consumían más huevos o carne, mientras que en las mujeres era más alto el consumo de pescado, fruta, cereales integrales y lácteos«, señala la catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid Rosa Mª Ortega.

También se ha observado que realizar cuatro o más comidas diarias se relaciona con un menor riesgo de padecer obesidad abdominal. Ortega apunta que «los individuos con obesidad abdominal se saltaban con mayor frecuencia la merienda y dedicaban menos tiempo a la ingesta de media mañana y más a la comida que aquellos sin obesidad abdominal».

No es el primer trabajo que apunta a la necesidad de realizar todas las comidas como medida protectora de la obesidad. «Varios estudios recientes han sugerido que algunas características de la conducta alimentaria, como saltarse el desayuno, comer más de la ingesta total de energía del día durante la tarde, comer fuera de casa con frecuencia y realizar un menor número de comidas diarias, así como el picoteo entre horas, están asociadas con un mayor riesgo de padecer sobrepeso u obesidad«.

Además, se ha observado que las personas con obesidad abdominal dedican menos tiempo a la comida de media mañana que aquellos que no. La variedad de la alimentación es mayor, según estos datos, en las personas sin obesidad abdominal, “grupo en el que se consumían más cereales, cereales integrales y productos lácteos”.

Con estos resultados, los expertos se plantean la necesidad de trabajar en estrategias de alimentación que incluyan ”la realización de al menos cuatro comidas al día donde el desayuno suponga menos del 25 por ciento de la ingesta total de energía, introduciéndose comidas a media mañana y a media tarde que supongan más del 15 por ciento de la ingesta total de energía y se intente que la comida se lleve a cabo en un horario apropiado y no exceda del 35 por ciento de la ingesta energética total”.

 

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