Algunos consejos sencillos y prácticos para mantener la línea durante el verano:
- El aperitivo: No olvidar que una bolsa de 100 g de patatas fritas o similares tiene 500 kcal.
- Aprovechar para caminar y nadar. Sobre todo la natación es el mejor ejercicio para tener articulaciones, circulación y músculos en óptimas condiciones.
- El gazpacho y las cremas frías elaboradas con alimentos sin cocinar y con una cantidad moderada de aceite son una excelente opción para los primero platos porque, además de hidratar, conservan intactas sus vitaminas.
- Los que se llevan un bocadillo para comer en la playa deben tomar para cenar una buena cantidad de verduras u hortalizas para compensar la ausencia de fibra vegetal.
- En los chiringuitos es mejor optar por una buena ensalada, un pescado a la parrilla y fruta o sorbete, que por la paella. Si tomamos esta última, casi con certeza tendrá una cantidad importante de aceite y después estaremos pesados y nos hará ganar peso.
- La siesta: Salvo que el almuerzo haya sido muy ligero, intentar espaciar el intervalo entre el final de la comida y el momento de echarse y procurar que no dure más de una hora. De otro modo, será un factor más para ganar peso en vacaciones.
- Los helados: Los industriales habitualmente tienen un elevado contenido de grasas saturadas. Es mejor tomar sorbetes o hacerlos uno mismo con cuajada o leche evaporada y frutas, procurando no añadir azúcar, sino edulcorantes o Stevia.
- Recuerda que un tercio de cerveza tiene 150 kcal. Si la tomas acompañando a la comida, será una sobrecarga importante. En todo caso, diluirla con bebidas sin calorías (gaseosa o limonada 0%) para tomar menos cantidad. La otra opción es tomarla a media mañana o media tarde.
- Procura utilizar platos de tamaño mediano. Las mismas raciones parecerán mayores que si el plato es grande y a lo largo del día comeremos menos.
- Cuidado con las comidas en compañía: cuantos más comensales, más comeremos. Hay que estar muy pendiente de lo que vamos tomando y no dejarnos llevar por los demás.