A dieta: qué comer en un restaurante

dieta en restaurantes

Cuando uno va al restaurante, la elección del menú estará en función de varios factores, no sólo de sus ingredientes (que, a priori, pueden ser excelentes por el equilibrio de los nutrientes que contenga). Sin embargo, en muchas ocasiones ese equilibrio se echa a perder por el exceso de grasa (aceites, nata, mantequilla) que se ha utilizado para cocinarlo. Por ejemplo: un revuelto de trigueros o de setas puede ser un plato muy adecuado, pero habrá que tener en cuenta que un revuelto implica que se habrá empleado, por regla general, más aceite de lo debido, lo que determinará que, casi con seguridad, esa comida nos hará ganar peso.

¿Qué podemos pedir en un restaurante para no engordar?

No es tan complicado seguir la dieta en restaurantes.

Primer plato

• Ensaladas sin aliño, condimentándolas uno mismo.

• Otra posibilidad son las verduras a la parrilla sugiriendo moderar la utilización de la grasa, o bien pedir verduras a la brasa.

• Otra alternativa es el popurrí de verduras asadas, como la escalibada (un plato de origen catalán), la pipirrana nerjeña, etc. Sólo habrá que advertir al camarero que no se aliñe previamente, permitiendo que sea uno mismo quien dosifique la cantidad de aceite.

Respecto a la posibilidad de compartir varias entradas con el resto de los comensales, si están dentro de los platos citados, no hay problema. El peligro está en la dificultad de cuantificar el volumen ingerido y poder abstenerse de aquellos que no convengan para la dieta.

Segundos platos

• Pescados y carnes a la plancha y parrilla,

• Los pescados y las carnes en salsa son válidos, no tomando la salsa o, al menos, no mucha cantidad. Incluso los pescados rebozados se pueden pedir con la condición de retirar la capa externa para evitar un contenido graso elevado y no tomar aceites recalentados una y otra vez, que no son nada recomendables.

• Mariscos, moluscos, cefalópodos (pulpo, calamares…) al vapor o a la plancha.

En lo referente a las carnes a la plancha es importante hacer alguna matización. En general, en los restaurantes llamados asadores es frecuente la utilización de carnes de origen gallego o centroeuropeo, con especial prevalencia de las de tipo entreverado, es decir, con grasa intercalada en la carne, que será más difícil de separar. En cambio, las carnes más magras son una opción más acertada siempre y cuando la grasa periférica no sea abundante, pues ésta aportaría más calorías. Independientemente del tipo de restaurante, según las piezas, habrá mayor o menor cantidad de sebo: un solomillo siempre tendrá menos que un chuletón. Las carnes blancas y las de aves (sin la piel) son las menos calóricas.

A lo largo de la semana debemos tomar al menos dos veces pescado azul (salmón, pez espada, bonito, atún, boquerones, sardinas, caballa, palometa, salmonetes, jurel…). Las carnes rojas de herbívoros (vacuno, cordero) no deberán consumirse más de dos veces a la semana por tener un alto contenido en colesterol.

• Otra alternativa muy adecuada en el restaurante es el cocido, ya que conjuga legumbre, verduras y carnes de distintos tipos. Dado que la mayor parte de la grasa de los componentes se ha quedado disuelta en el caldo, lo que evitaremos es la sopa, salvo que hayan desgrasado el caldo. Tomaremos un pequeño trozo de chorizo y morcilla y no tocaremos el tocino. El resto de los componentes los podremos tomar sin problema.

• También podemos tomar un solo plato en el que se combinen alimentos vegetales y animales, siempre que no tenga salsa. Por ejemplo, una ensalada con marisco, huevo, salmón ahumado, pavo, jamón, etc., se entiende que es una opción válida si es una cantidad suficiente, tanto de vegetal como de animal.

Esto no es aplicable a la paella, al menos, a la que se toma fuera de casa, porque están elaboradas con unas cantidades de aceite muy superiores a lo que nos podemos permitir sin engordar. Además, la cantidad de verduras que suelen llevar es inferior a la recomendable, siendo la proporción arroz/verdura muy favorable al arroz, lo cual tampoco es adecuado por el escaso contenido de fibra vegetal y otros nutrientes importantes.

Postre

Lo mejor será tomar fruta del tiempo, pero si tenemos necesidad de dulce, pediremos un postre con un contenido bajo en grasa: natillas, flan, gelatinas, sorbetes, helados light…

En otros capítulos abordaremos otros platos emblemáticos de la cocina española


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