La calidad de la cocina gallega marinera es excepcional. Además, como buena parte de las recetas tradicionales que incorporan pulpo, marisco, pescado y moluscos suelen presentar, en general, cocciones en cazuela o al vapor, las materias primas preservan su sabor y sus beneficios nutricionales. En otras palabras: si no nos atiborramos más de la cuenta, los manjares marineros de la cocina gallega no representan un desvío de nuestra dieta.
Aunque también es cierto que no todo lo que se come en los restaurantes gallegos procede del mar. Las carnes también tienen un importante protagonismo y son de gran calidad y lo mismo sucede con los productos de su huerta.
Para que un menú con acento gallego resulte equilibrado, lo mejor es combinar las materias primas de origen animal con los vegetales. Un buen ejemplo es el lacón con grelos y cachelos, que presenta los ingredientes hervidos y un importante contenido en fibra vegetal.
Otros platos típicos de la cocina gallega que podemos pedir sin temor a caer en el exceso son los siguientes:
• Pimientos del Padrón
• Puerros con bacalao y patatas
• Sopa de marisco
• Sardinas asadas
• Pulpo a la gallega (teniendo la precaución de escurrir el aceite antes de tomarlo)
• Jurel con laurel
• Capón a la vilalbesa
Seguir la dieta en un restaurante… ¿es imposible? No. La doctora Luzón te ofrece consejos para elegir qué comer en un restaurante en este post.