Todos sabemos que existen componentes y platos prohibidos para cualquier dieta. Sin embargo, en mi fórmula dietética veo que muchos componentes hipercalóricos pueden moderarse en su dosis o reemplazarse por otros análogos menos calóricos. Además, si realizamos algunas modificaciones en la elaboración, podremos tomarlos sin necesidad de renunciar a ellos.
Vamos a ver algunos ejemplos.
Tortilla de patatas
Conviene saber que 100 g de patatas fritas proporcionan 500 kcal. Ya nos podemos imaginar que una tortilla de patatas elaborada de forma convencional es un plato muy calórico. ¿Qué podemos hacer para poder tomar una tortilla de patatas sin engordar?
En primer lugar, hay que evitar la sartén para freír las patatas, será preferible emplear otros métodos: una vez cortadas las patatas, hay que cocinarlas con una sola cucharada de aceite, bien en el microondas, bien asando en el horno previamente la patata y cortándola después, o bien cociéndola en agua con sal. Si nos gusta con cebolla, rehogaremos la cebolla picada en una sartén con una cucharadita de aceite, añadiendo a continuación la patata ya cocinada. Por último, lo mezclaremos con el huevo batido y sal y la cuajaremos en la sartén antiadherente con una cucharadita de aceite. Gracias a esta elaboración, reduciremos en un 30% o más las calorías del plato.
Cocido madrileño
El procedimiento con el cocido será el siguiente: el día anterior pondremos en la olla toda la carne, que debe ser magra (ni tocino ni panceta), los huesos y el chorizo. Cuando haya hervido durante una hora dejaremos enfriar la olla y la introducimos en el frigorífico. Al día siguiente retiramos toda la grasa sobrenadante que se habrá solidificado y ya podemos añadir los garbanzos previamente remojados, la zanahoria y el resto de verduras que queramos. La patata se echará en los últimos 10 minutos y la morcilla, en los últimos cinco minutos, para evitar que se deshaga.
Paella
Es uno de los platos más arriesgados en lo que a calorías se refiere para tomar fuera de casa, dado que se elabora con mucho aceite. La única modificación para este plato es utilizar una cucharada de aceite por comensal, queda igual de buena con la diferencia de que ya no supone ningún peligro. De cualquier modo, sí que es conveniente que la proporción de arroz disminuya a expensas de añadir más guisantes, pimientos, judías verdes… La razón de esta composición es que el contenido en fibra y otros nutrientes sea mayor, disminuyendo aún más las calorías y conservando el volumen del plato de modo que, tanto la percepción visual como la sensación de saciedad quedan satisfechas.
Albóndigas
La elaboración de este plato se realizará sin freír previamente las albóndigas, sino añadiéndolas directamente a la salsa. Ésta se habrá preparado rehogando en una o dos cucharadas de aceite, cebolla y ajo picados, añadiendo después tomate triturado, laurel, vino tinto, agua y sal. Cuando la salsa esté en ebullición se van añadiendo las albóndigas previamente enharinadas. De este modo, además de ser un plato más rápido y más limpio en su realización, tendrá menos calorías.
Pasta
Los platos de pasta deben ir acompañados siempre de un salteado de verduras abundante, utilizando una cucharada sopera de aceite por comensal para rehogarlas y añadiendo después la pasta hervida. Si se desea, se puede agregar carne o pescado troceados y ya tenemos un menú completo. La razón para tomar la pasta de este modo es la misma que hemos expuesto para la paella.
Una alternativa a la tortilla de patatas es añadiendo verdura. Normalmente yo troceo a daditos una patata, una berenjena y un tapin lo cuezo con sal y aceite , una vez cocido dejo escurrir y lo bato con huevo. Exquisito!! Pruebenlo